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Review This Story || Author: Sandra Raquel

Atragantadas con su orgullo -Spanish

Part 2

Atragantadas con su orgullo ( II )

Estaba asustada, desnuda ante aquellos seres que me miraban con la lascivia mas brutal en sus miradas, mientras José les permitía todo.

Se acercaron a mí y rozaron mi cuerpo húmedo. Mis pezones estaban muy erectos por el frío en mi cuerpo. Me sobaron sin importarles mis quejas....solo era sobar y sobar...hasta que me hicieron sentir tan humillada, que mis lágrimas desbordaron mis ojos y gemí.

José se acercaba en ese instante y al verme llorar, con ellos dos sobándome impúdicamente, les dijo :

Cuando se hubieron ido y quedé a solas ante José, me sentí mas avergonzada aún que con ellos, pero él se acercó a mi y tras sonreirme, me dijo :

Se sentó cerca de la orilla, sacándose un enorme pene que cimbreó ante mi atenta mirada. Yo tuve que meterme dentro del agua de nuevo, para poder arrodillarme y acercar mi boca y mis manos hacia aquella cosa que se me ofrecía. Según mi boca se acercaba a su pene, sus manos me cogieron nuevamente de los cabellos y deduje que era lo habitual en aquel país. Dejé que él guiara mi boca hasta su poll, que ahora estaba erguida y con ganas de pelear dentro de mí.

Sentí como la culebra se metía dentro de mi boca y aunque ascos no la hacía, me sentí extraña de tenerla dentro de mí. Sus manos en mi pelo, forzaron mi cabeza sobre su polla y al clavarse dentro de mi garganta, pataleé un poco con mis piernas mojándole ligeramente.

Ni siquiera me permitía mirarle. Asentí para dentro de mí y dejé que me violase a su antojo. Sentía como se clavaba una y otra vez dentro de mi garganta, moviéndome el la cabeza a su total frenesí.

Las lágrimas me desbordaban los ojos al sentir como aquella masa, tapaba mis conductos respiratorios durante muchos segundos seguidos. Me debatía como podía, pero sin poner demasiado rechazo a las presiones de José.

A los pocos minutos, sentía que la polla cobraba una nueva fuerza y como las manos de José apretujaban mas y mas mi cabeza contra su pene, hasta que un un instante, se derramó dentro de mí, manteniéndome la cabeza muy aplastada contra su polla, que escupía su primera lechada.

Sentí como se colaba directamente por mi garganta hasta caer en mi estómago. Me dejó respierar un segundo, para nuevamente una nueva oleada de líquido pastos y ardiente que llenó toda mi boca. Tragué cuanto pude, pero sin poder evitar que algunos hilillos grumosos cayeran por las comisuras de mis labios.

En varios embates mas, mi cuerpo tragaba una nueva emisión de semen, que tragué como pude, sin preocuparme de nada de lo que pudiera srgir a continuación.

Cuandó terminó de correrse en mi boca, afllojó un poco la tensión de mi pelo y pude respirar, a la vez que sorber los últimos restos de esperma contenidos en el interior de su conducto.

Permanecí pegada a su pene, aún a pesar que se había relajado. De repente, me separó fuertemente de él y elevando mi cabeza, por los pelos, hasta tenerme cerca de su cara, apoyó sus pies sobre mis tetas y extendiéndolas de golpe, me lanzó contra el riachuelo.

Por un instante me sentí volar por el aire, desconcertada ante ese gesto, para inmediatamente caer sobre el agua fría y sumergirme por completo. Manoteé y conseguí hacer pie y serenarme.....Le miré a los ojos atemorizada, pero sobre todo aturdida por lo que me estaba haciendo.

El se rió al ver la cara que ponía y dijo :

Salí del agua, mas asustada que dolida. Me agarró del pelo y me condujo entre la pedriza, que se clavaba en mis pies sensibles, hasta una roca redondeada a pleno sol.

Subí a lo alto de la roca, sintiendo el fuerte calor que despedía, pero sin que llegara a quemarme del todo, aunque era muy molesta semejante sensación. Me tumbé como él me indicaba y me sobresalté al notar en mi espalda el fuerte calor de aquella enorme roca expuesta al sol.

Hice lo que me decía mas asustada por el tremendo calor de la roca, que por estar expuesta al sol y desnuda. Y me ató los tobillos y después las muñecas, dejando mi cabeza la altura de sus muslos. Me terminó de tensar, mientras el infernal calor evaporaba el agua de mi piel mojada y algunas columnas de ligero vapor se elevaban a los lados de mi cuerpo.

Y me vaporizó el sexo y los pezones.....alejándose lentamente después. Me sentí angustiada....no podía creer que José fuera quien pudiera hacerme estas cosas. Pensaba en el momento en que había dicho si al reto. ¡¡ Que estupidez !!. Sola en un país distante y ante una banda de inquietos lascivos y hasta quizás violadores natos. Pero ahora, ya nada podía hacer. Las moscas ya estaban dando cuenta de la sustancia golosa en mi cuerpo. Correteaban alegremente, mientras el rigor del sol y sus patitas me hacían desesperar de ansiedad.

Pensé que había pasado mucho tiempo....sentía mi cuerpo arder en cada célula y José no aparecía por lugar alguno....intenté gritar para que me atendiese, pero mi voz, entre la postura en la que me había dejado y mi garganta seca, me impedían gritar.

De repente sentí una sombra, mientras mantenía los ojos cerrados, ya que las moscas me incordiaban contantemente la cara y mis ojos. Moví mi cabeza y al abrir los ojos, pude verle de pie ante mí, aunque al estar en semejante portura lo viese al revés. Me atreví a carraspear.......

Por un instante me sentí salvada, pero solo fue eso...un instante, pude ver como se sacaba la verga y la acercaba a mi cara. Abrí la boca, para dejar que se acoplara y comenzó una nueva sensación para mi. Sentí que me tocaba la piel altamente irritada por la solanera. Mi sexo estaba especialmente sensibilizado y en el mismo, estuvo toqueteando una y otra vez, para terminar en mis pezones tan sensibilizados como mi sexo.

De haber estado libre en mi boca hubiera gritado de dolor y de angustia, pero su polla ya se agrandaba dentro de mi boca y sentía su presión brutal dentro de mi.

Me folló con mas violencia aún que la primera vez y se descargó en mi boca, mientras me retorcía los pezones.

Cuando se retiró de mí, simplemente me desvanecí.

Al despertar, había untado algo en mi cuerpo, que me hacía sentir mas fresca y además ya estaba en la sombra del árbol. Le escuché decir :

Me visto, esa poca ropa, algo humillada ante él y tras cogerme de nuevo del cabello y jalándolo fuerte, subimos la cuesta hasta llegar al automóvil.

Le obedezco rápidamente y me meto al interior y me coloco el pantalón y los deportivos. El coche arranca rápido y siento como la mano de José me desabotona la blusa y me la abre del todo, diciendo :

Ni siquiera le miro a los ojos, para evitar llorar. Me siento tan humillada y a la vez tan asustada que me mantengo quieta y muda sobre el asiento.

En menos de una hora llegamos hasta la finca....es tan inmensa, que por los parajes interiores aún recorremos mas de 5 millas. A una indicación suya, me abotono la blusa y adecento mi pelo y el resto de mis ropas. Y me atrevo a mirarle de reojo y lo noto sonriente y feliz, aunque me asusta mas aún que estando serio.

El vuelve su cabeza y me dice :

No le respondo, pero me hago a la idea de cómo debo presentarme. Llegamos hasta el parkin por detrás de la enorme mansión. Me hace salir del coche y poner la cazadora vaquera. Entonces me agarra del pello nuevamente y me conduce hasta la entrada de la casa. Me da agua de beber y después, volviendo a coger mis cabellos y jalonándolos fuerte, me saca de la casa por la puerta principal.

Veo a un montón de hombres expectantes. Algunos ya han reparado en mí. Otros sin embargo, están charlando o jugando a cosas extrañas para mí.

Escucho un silencio infernal, roto drásticamente por un vocerío de gritos y aullidos, en cuanto me ven, que me hacen temblar. José sigue teniéndome sujetada de los cabellos, mientras se dirige a sus amigos.

Silencios y jaleos para que me siga desnudando. Y José que anuncia :

Y accedo a hacerlo sin que me diga palabra alguna mas. Me quito la cazadora y la dejo doblada sobre el suelo, al lado contrario de donde está José. Y nada mas enderezarme, él me desgarra la blusa y a la vez que mis tetas quedan expuestas ante los miembros del club, los botones salen volando por el fuerte tirón.

Me quedo algo sofocada ante la exposición que hace José de mí, ante ese nutrido grupo de amigos. Sin embargo, no muevo mis brazos para cubrirme, a la vez que el jala mis cabellos hacia atrás, como si deseara que mis tetas quedaran mas a merced de mis contempladores amigos.

Termina de arrancarme la blusa ante las miradas sonrientes de algunos y mis temores crecientes y tras quedar desnuda de cintura para arriba, dice :

Esas palabras me hacen saber ya, que no me aguarda nada bueno, pero no me rebelo porque sé que nada puedo intentar en aquel lugar y dejo que me humille lentamente ante todos.

Aunque estoy un poco angustiada por el trato que estoy recibiendo, sin contar con la humillación a la que me somete José, comienzo a bajar mis pantalones, mostrando mi mini tanga y mis muslos relucientes.

Escucho voces y hasta palabras malsonantes a medida que voy descubriendo mi cuerpo, también animados por los toqueteos que hace José en mis tetas colgantes.

Cuando saco mis pantalones, dejando mis piernas libres...los tirones de pelo de José me hacen quedar erguida de nuevo y me muestra a los demas miembros del club. Se que no están todos los que deberían estar. Y como leyendo mis pensamientos José, dice :

No hago gesto alguno, mientras él hace esa exposición y me presenta desnuda ante ellos, pero añade :

Obedezco, entre risas, miradas lascivas y violaciones visuales, mientras bajo mi tanga hasta dejarlo en el suelo. Entonces José, me hace girar y quitando mis manos de mis cabellos me entreabre las nalgas para que todos aprecien mi conducto trasero. Me hace dar la vuelta, como si fuera una muñeca de juguete y separa mis labios vaginales, mostrándoles mi intimidad secreta. Me vuelve a coger del pelo y mientras me acaricia con su mano libre, dice :

Abucheos, silbidos y palabras mas altas de tono de la cuenta, era lo que les parecía a los pocos que habían allí, pero al final se calman y se disgregan, unos cabreados y otros sonrientes......Cuando quedamos solos José y yo, me dice :

Le miré tímidamente, pero solo fue un instante, él ya jalonaba mis cabellos y me hacía entrar en la casa. Sabía a lo que iba y la verdad era, que a pesar de la humillante presentación me agradaba de algún modo.

Entramos en la casa y tras cerrar la puerta, me soltó los cabellos, para asestarme un fuerte manotazo en mis nalgas desnudas. Di un respingo, pero no huí ni lo miré de modo alguno, sólo aguanté a lo que él deseara hacerme.....me sentía entregada a él, totalmente.

Pero, no hubo nuevo amnotazo, ni empujón, ni estiramiento de cabellos. Simplemente, José puso su mano derecha sobre mi hombro y me llevó escaleras arriba hasta su dormitorio.

Nada mas entrar en su dormitorio, vi la cama hacia donde él me conducía. Me hizo detener a un metro antes de llegar y sentándose en el borde, se desnudó ante mi atenta mirada y mostró su enorme pene apuntándome sin piedad.

Sabiendo lo que deseba, me hinqué de rodillas y ya acercaba mi boca, cuando él con un fuerte bofetón en mi cara, me dijo :

Volví a incorporarme y abriendo mis muslos, doblé mi cuerpo hasta que mi boca alcanzó el pene que palpitaba nervioso ante mi cara. Lo dejé entrar y moviendo mi cabeza, comencé a masturbarlo, mientras él se apoderaba de pis tetas y me las retorcía de un modo algo salvaje. Sin embargo no rechisté en momento alguno y seguí lamiendo con mi lengua y mis labios lubricados, el roce continuo de su polla en mi boca.

Cuando ya comenzaba a palpitar dentro de mí, separó mi cabeza de su polla y haciéndome dar media vuelta, me hizo sentarme despacio sobre la polla enorme, caliente y sedienta de escupir su lechada. Sentí, como mi ano se hacía mas y mas ancho, a medida que el glande se hundía en mi conducto.

En menos de cuatro intentos, me hacía dejar caer sobre sus piernas, recibiendo en mi recto una polla enorme, caliente que me separaba la carne y los huesos.

Era una sensación siempre nueva para mí, pero afortunadamente ya la había vivido antes y mi recto se acoplaba bien ante esas dilataciones.

Cabalgué durante unos minutos sobre su polla, que me hacía soltar lágrimas, aunque el placer que sentía me hacían desear muchas sesiones mas como ésa. De repente se separó de mí y dándome media vuelta, se acopló en mi vagina de un solo toque. Y le volví a cabalgar, enfurecida conmigo misma, pues estaba comenzando a correrme sobre su polla de la excitación que me dominaba.

La sentía tan dura dentro de mi cuerpo, que pensaba que se correría de un momento a otro dentro de mí. Pero aún, pareció saber controlarse y despues de 5 minutos cabalgándole el miembro super erecto, se separó de mi, mientras mis flujos combinados con los suyos corrían por mis piernas, para acto seguido, cogiéndome de los cabellos acercar mi boca hasta su pene cubierto de mil sabores y aromas.

Y antes de que pudiera ser consciente de lo que sucedía, me la clavaba en la garganta y sujetando mis cabellos, escupió un líquido caliente, que a traves de mi exófago lo sentí caer en mi estomago.

Siguió eyaculando, pero ya moviendo mi cabeza a su antojo, hasta que dejó de emitir esperma dentro de mi boca. Terminé por limpiarle suavemente, aunque aún la sentía dura dentro de mi boca, hasta quedar los dos en reposo.

Me hacía levantar, cuando sonaba un coche fuera. Me apartó de un fuerte movimiento, cayendo de espaldas sobre el suelo de madera, mientras él se aproximaba a la puerta de atrás, para ver de quien se trataba.

Cuando, entró traía a Glizia sujeta por los cabellos como hiciera conmigo, horas antes. La acercó hasta donde me encontraba yo, totalmente manchada de los flujos míos y la lechada suya......y la arrojó sobre mi cuerpo, mientras se encargaba de desnudar a Glizia.

Ella, supo lo que debía hacer y sorbió los restos de mis flujos y el esperma de José, mientras iba quedando desnuda. Cuando me dejó limpia, se acercó a mi boca y me beso, como no esperaba ya que lo hiciera ser alguno en mi vida.

Bebimos nuestros flujos fuertes, mezclando mil sabores, mientras nuestras lenguas jugaban y se afanaban en recorrer nuestros escondrijos bucales. Poco después el beso era algo mucho mas profundo y lleno de amor.

Glizia se afanó rápidamente en acoplar su lengua arrodillada entre las piernas de José. Y mientras le mamaba la polla, yo lo hacía en su vagina......que rica estaba mi hermana mosquetera....que placer me daba sentirla removerse ante mis caricias. Mi lengua pivotaba entre sus pliegues jugosos que me llenaban de placer, hasta tal punto que mis piernas abiertas y flexionadas, mostraban mi vagina chorreante para alguien que hubiera estado detrás de Glizia.

De repente, sentí que perdía el cuerpo de mi hermana.....pero era que José la había hecho ponerse sentada contra su polla, para taladrarla el ano, igual que lo hiciera conmigo momentos antes.

Decidí levantarme y acercarme hasta José mientras Glizia cabalgaba sobre su polla, haciendo que sus tetas parecieran enloquecidas. Arrimé mis tetitas a José, para que jugara con ellas. Pero se limitó a pellizcarme los pezones, con mucha fuerza, haciéndome llorar de dolor. De un fuerte manotazo, me separó de él. Y según rodaba por el suelo, conseguí ver como Glizia cambiaba de posición y ahora su vagina estaba recibiendo el enorme falo que la poseía.

Me incorporé, solo para apreciar como Glizia le cabalgaba cono mayor soltura que yo misma.......Miré a José y le vi feliz ante Glizia. Estaba claro que ella era mejor amazona que yo. Durante unos minutos, la retorció los pezones como a mí hasta que llegó a desplazarla de la cabalgadura de un fuerte manotazo en cada una de sus tetas, pero de abajo hacia arriba, que debieron de dolerla de un modo increíble.

Y acto seguido, cogía sus cabellos y hacía que su boca sujetase el fuerte y ya palpitante pene, para derramarse dentro de su boca.

La furia con la que se estremecía me hacía asustarme, pero Glizia tragaba cuanto podía de la corrida feroz dentro de su boca.

Cuando se cansó de ella, la dio un fuerte empujón y agarrándome de los pelos, me hizo limpiarle la polla, hasta quedar sin rastro de semen en parte alguna. Después, de un fuerte manotazo en mis tetas, me arrojó junto a Glizia, que aún jadeaba del esfuerzo y la lamí cada rastro, tanto de sus flujos, como de la lechada de José.

En cuanto estuvo limpia, José se levantó y con su polla ya emplamada de nuevo, nos dijo :

Nos levantamos, medio aniquiladas por una sola sesión, pero le acompañamos hasta la puerta principal, jadeantes y con los ojos vidriosos de deseo......y algo de miedo reconcentrado.........

_______________________ Final del capítulo 2º ____________________________


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